20:56 miércoles, 10 de febrero de 2010

Hoy día 10 de febrero, a menos de un mes de la prueba y con la mayoría de los componentes en Tenerife y algún que otro susto, enfilamos estas últimas semanas con entrenamientos un poco más específico.

Restando la "putada" de Yeray de doblarse un tobillo jugando a futbol, tenemos A Isra y a mí, realizando ejercicios casi que a diario.

Comenzamos con el sábado, en el que la búsqueda de ciertos items para nuestros respectivos pisos hizo que el recorrer varios kilómetros en desplazamientos y dentro de los centros comerciales nos sirviese como calentamiento del día siguiente.

El domingo, con los primeros rayos de sol y una calima que casi no dejaba respirar, nos decidimos por hacer una caminata a ritmo esperado de la prueba hacia Bajamar.Nuestro tiempo estimado era sobre las dos horas y media, marca que conseguiría nuestro compañero Yeray poco tiempo atrás.

Comenzamos con unas condiciones asequibles, manteniendo un ritmo constante, nos encontramos en poco menos de una hora sobre Tegueste. Es en este punto donde se produce un pequeño descenso del ritmo, ya que viendo q ibamos "sobrados" empezamos a hablar y a disfrutar del magnífico día que nos contemplaba.
El punto crítico, fue una vez más, el tramo de doble vía por el puente hacia Valle Guerra,ya que había que acelerar un poco más y caminar en fila, por lo que sería un tramo un poco aburrido, aunque eso sí, breve,por suerte.

Una vez conseguimos pasar ese punto,volvimos a coger un ritmo de carrera bastante bueno en el que el tiempo vuela, haciéndonos perder la noción en el momento y llegando rápidamente a Bajamar.Intercambiamos algunas palabras,viendo la majestuosidad del mar a lo lejos, en La Punta, a lo que por mutuo acuerdo decidimos sin pensar mucho alargar un poco más nuestro entrenamiento y terminar en el sitio antes mencionado.

Puede ser que la compañía y las canciones hicieran que el trayecto fuese mucho más corto de lo esperado, aunque sinceramente, esto sí que fue un paseo, disfrutando de las vistas y con una llegada el núcleo urbano más que anécdotico.

Los olores a pescado frito nos hace dilucidar acerca de almorzar allí o sin embargo, volver en guagua a La Laguna.Finalmente, la primera opción fue la claramente vencedora, dándonos un tapa de camarones y unas cañas [gracias Isra ;) ] que engullimos disfrutando muy cerca del mar.




Al ver que teníamos los pies hirviendo, nos dirijimos hacia la piscina de agua natural y viendo el fantástico ambiente que imperaba, decidimos mojarnos los pies y disfrutar de un domingo diferente.

Para terminar, la vuelta la hicimos en dos tramos, uno caminando nuevamente hasta Bajamar y allí sería donde la gugua nos trasladaría nuevamente a La Laguna.
En total, más que un entrenamiento, ya que al haber realizado 20 km en poco más de 2:30 horas nos ha dado más motivación y nuevas ideas para realizar entrenamientos.

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