Crónica Transgrancanaria 2010
22:25 martes, 16 de marzo de 2010El 5 de Marzo, como casi todos saben, tuvo lugar la Transgrancanaria. He estado pensando en hacer una crónica bien hecha/bien escrita, pero me llevaría demasiado tiempo, así que aprovecho lo que escribí en el mail y así lo pongo para que todos puedan leerlo. La próxima vez me lo curraré más :P
TRANSGRANCANARIA 2010. Distancia: 43,700 KM
Salgo de Teror y me dirijo a Finca Osorio (o eso creo)... tras atravesarla, hay que subir una montañita que nos deja en un pequeño canal, que nos acompaña un buen rato. La niebla era espesísima y no se veía casi nada. Es como si se estuviera en medio de una nube, muy húmeda: lo suficiente como para ponerme el sueter y notar lluvia. Cuando empiezo la bajada, una cuesta que ahora recuerdo infernal, viene a marcar el resto de la carrera: una cuesta muy empinada, que me pasa factura en la rodilla y en las ampollas (han hecho aparición otras, de igual tamaño que la anterior). Tengo que parar, que yo recuerde al menos una vez, porque no podía pisar bien del dolor. Al llegar abajo me doy cuenta de que empieza una nueva Trans para mí, y que el objetivo de acercarme lo máximo posible a las 5 horas ya se ha evaporado (y eso que iba muy bien). Ahora tengo que llegar, lo mejor posible, y me planteo al menos quedar 1º de los Transbrothers participantes.
Por si fuera poco, llego al barranco y empieza mi martirio: piedras enormes, constantemente, durante todo el recorrido, se me clavan en las ampollas durante un tiempo que me pareció una eternidad. Hasta algún gemido de dolor tuve que soltar... dejé de oír música del cansancio y del dolor, y me pasaron todo tipo de pensamientos negativos. Fue un momento crítico para mí en la carrera: no pensé en el abandono, pero realmente lo pasé mal. Encima llamo a los chicos y me confirman que Josu se retiró...
Al llegar al final del barranco, empieza una subida de cemento dura, pero que, al lado del barranco, me parecía hasta apetecible, ya que no me dolían tanto las ampollas. Quiero decir: me dolían como no me había dolido nunca, pero el barranco era el infierno al lado de esto. De hecho, hasta recuperé un poco el ritmo, que había perdido por completo desde hacía tiempo. Tras la subida y un poco de senderos, llega una nueva subida por carretera y luego sendero, muy muy empinada. me encuentro con un participante de la de 123km, quejándose duramente de la organización: "esto no es ni carrera ni es montaña (...) qué necesidad habrá de ponernos por aquí. Parece que a más dureza, mejor". No comparto al 100% sus palabras, pero si es verdad que la carrera, durante los últimos km era un poco fea.
Tras esta subida, llego finalmente a Los Giles. Veo Las Canteras mucho más cerca que nunca, y ahora sí, solo queda bajada. Pero bajada de verdad. Me como un plátano, bebo agua y me piro con la misma de allí: solo quería llegar a meta. Quedaban solo 5 km.por delante, y había que echar el resto: aguantándome el dolor como podía, empiezo a trotar. Adelanto incluso a algún participante, lo que me motiva. Hablo con Naira y con Josué, ya en meta, para avisar de que voy a llegar. A los 3km. me pongo mi "powersong" y sigo yendo lo más deprisa que mis doloridos pies me lo permiten. Veo el auditorio perfectamente, y si bien esta parte del camino era aún más fea que la anterior, "piso" el acelerador a todo lo que me daba e incluso empiezo a correr. Casi me salen lágrimas del dolor, de la rabia, de la emoción y de las ganas de llegar... tomo una curva y veo el mar, delante mía, tan cerca y dándome una bienvenida realmente esperada. Adelanto a otro hombre y la policía, que me ve unos metros antes, para la circulación por la carretera para que pueda cruzarla. Salto una valla (!!!) y enfilo como un galgo la avenida del auditorio, no sin antes cruzar un aparcamiento de tierra (!?!?). Miro varias veces atrás, por si Peter venía corriendo y así evitar que me adelante en meta (algo que había hecho varias veces durante los últimos 10km ;) pero no lo veo. Nada más pisar la avenida, veo a los chicos en una esquina. Subidón tremendo de ánimos, y empiezo a echar toda la rabia acumulada: corro con ellos unos metros, soltando todos los insultos que podía, por rabia, emoción...sobre todo por rabia por lo bien que iba y lo mal que acabé. Me quedan menos de 100 metros y veo a una mujer a unos 20. Me pego un sprint tremendo y la adelanto a 50 metros del final. Aplausos de todas las gradas, los chicos animando y entro en meta soltando todo lo que tenía dentro... Tiempo: 6h35'.
Puntos a favor de la TGC: buena organización, avituallamientos correctos y señalización mejor de lo esperado... (aunque si fuera por la noche, la cosa hubiera estado algo fea, me temo).
Puntos en contra: 50€ son excesivos para la media. Recorrido muy feo los últimos km. Foto de llegada: 12€! :S Pero sobre todo, falta de puntos kilométricos indicativos. Al menos cada 5km, no hubiera costado nada ponerlos junto a las tablas de indicación de recorrido.
Cosas a aprender: comprarme unos calcetines especiales: llevé los que a la Transvulcania (gruesos), pero debería haberme puesto otros más. Aún así, tuve mala suerte con la cuasicaida que me hizo surgir la ampolla "principal".
¿El año que viene? El tiempo lo dirá: no guardo el mejor recuerdo, aunque estoy muy orgulloso de ser finisher. No es la carrera más bonita como para repetir, sobre todo si se compara con la Transvulcania...pero bueno, ya se verá. Lo digo sobre todo porque la última parte no está en consonancia con el resto...
Debe ser que tengo demasiado buen recuerdo de la Transvulcania...
Alberto!! Canario!! Qué emocionante!! Me alegro de que al final acabaras la carrera aunque fuera con esos dolores!! Qué valiente!!
Ana
Anónimo 21 de marzo de 2010, 0:12
Jajaja, gracias Ana ;)
Anónimo 25 de marzo de 2010, 14:44